Lo que debes saber de la Catarata ocular y su Tratamiento.

El cristalino es una parte del ojo que debe estar transparente para poder ver con claridad. La catarata es la opacidad del cristalino; que constituye la principal causa de discapacidad visual y de ceguera tratable a nivel mundial y en México, sobre todo en personas de 50 años o más.

La mayoría de las cataratas están relacionadas con la edad y no pueden prevenirse, la solución está en la cirugía que consiste en quitar el cristalino opaco e insertar de una lente intraocular permanente.

El diagnóstico temprano se realiza en pacientes mayores de 50 años de edad que notan una disminución gradual de la visión. La exploración consiste en un examen con una lámpara de hendidura y un oftalmoscopio (aparatos para mirar dentro del ojo)

El tratamiento definitivo es la cirugía. Actualmente se utilizan técnicas modernas y las personas que la realizan están especialmente entrenadas. Una técnica muy común es la facoemulsificación con implante de una lente intraocular plegable, que suele ser una técnica que es sumamente eficaz y facilita una recuperación visual rápida.

La cirugía en manos hábiles dura alrededor de 10 minutos, con tecnología altamente especializada. Se recomienda realizarla cuando la limitación visual impide realizar actividades cotidianas, sin necesidad de que la catarata “madure” como se decía antiguamente.

Los mejores resultados visuales inmediatos se obtienen cuando la catarata aún no está muy dura. Si la catarata está muy endurecida, podrían inflamarse temporalmente estructuras cercanas al ojo como el iris o la córnea.

En general, la cirugía tiene una alta tasa de éxito y satisfacción. Lo que permite que los pacientes pueden volver a sus actividades habituales e incluso comenzar nuevas.
Las complicaciones son poco frecuentes (aproximadamente 1-2%). Suelen ser leves y transitorias, pasa con tratamiento específicos sin dificultad como: edema de la córnea (inflamación), presión ocular alta transitoria, ojo seco. La opacidad de la capsula posterior que es cuando la membrana que sostiene el lente intraocular se empaña después de unos meses incluso años, ocurre entre el 20 -30% de los pacientes y que se trata con láser de forma sencilla, eficaz e indolora.

Las complicaciones más graves son menos comunes, pero pueden ocurrir. Ejemplos: endoftalmitis (infección dentro del ojo) en aproximadamente 0,1%, hemorragia supracoroidea (hemorragia masiva dentro del ojo) en alrededor de 0,03%, desprendimiento de retina en alrededor de 0,5%, edema macular cistoide (inflamación en la retina en la parte de la visión central) en 1-3%. Estas condiciones pueden tratarse y la visión puede recuperarse, aunque en casos raros podría perderse la visión.