La cirugía refractiva de la córnea con láser se introdujo en la práctica clínica a mediados de la década de 1990, aunque las investigaciones comenzaron en los años 1980.

Son una serie de procedimientos quirúrgicos que se realizan sobre la córnea con láser para cambiar su poder refractivo (la curvatura de la córnea) y así corregir problemas de visión como miopía, hipermetropía, astigmatismo y presbicia.

Son una opción para quienes no toleran o prefieren no usar lentes de contacto o anteojos por motivos estéticos.

Un examen preoperatorio minucioso es crucial: revisión oftalmológica, estudio de la refracción y topografía de la córnea ayudan a seleccionar a los pacientes adecuados y a aumentar las probabilidades de éxito.

La introducción del láser de excímeros para remodelar la córnea representó una revolución en este campo, aumentando significativamente la eficacia y la seguridad de los procedimientos refractivos.

Entre estos procedimientos se encuentra el PRK (queratectomía fotorrefractiva) y el LASIK (queratectomía fotoselectiva asistida por láser).

En PRK, se retira una capa muy fina de la superficie de la córnea y se aplica el láser para eliminar una pequeña cantidad de tejido, remodelando la córnea; después se coloca un lente de contacto temporal.

El LASIK se levanta una fina capa de la superficie de la córnea (colgajo o flap), se aplica el láser para remodelar el tejido debajo del flap y luego se reubica el flap.

Estos procedimientos suelen tener una alta tasa de éxito y de satisfacción, y la recuperación visual suele ser rápida, con una mejora notable en la calidad de vida.

Efectos secundarios comunes y generalmente transitorios ocurren en más del $10\%$ de los casos, se presentan en el postoperatorio inmediato y suelen resolverse en semanas o meses. Entre ellos están la sequedad ocular, síntomas visuales nocturnos (halos, destellos y deslumbramiento) y fluctuaciones de la visión.

Complicaciones poco frecuentes (aproximadamente $1-5\%$) incluyen correcciones insuficientes o sobrecorrecciones, regresiones (pérdida del efecto deseado) y queratitis infecciosas.

Existen complicaciones graves y aún más raras (menos del $1\%$), como la ectasia corneal (debilitación de la córnea), queratitis laminar difusa que requiere tratamiento con esteroides, y problemas relacionados con el flap en LASIK, como arrugas del flap o crecimiento de tejido debajo de él.